Tal como fue prometido, aquí tenemos más dinámicas para seguir profundizando en el entrenamiento de la atención plena de nuestros alumnos.
Tras unos cuantos días de reflexión, he de reconocer que en los inicios no me sumergía de manera apasionada en el entrenamiento de la atención plena. No fue una elección. Fue algo así, como por casualidad, como fui a dar con el mindfulness; pero cuanto más lo pongo en marcha con los niños, más me gusta lo que observo en el grupo en general, y en cada uno de ellos en particular. Así que hubo que seguir investigando.
Animados a realizar sesiones de apenas unos 10 minutos al empezar el día, al finalizar la tarde, antes de empezar a trabajar lengua o matemáticas, o durante la hora de EMOCREA (la materia que nos ha venido de regalo con la nueva normativa para trabajar las emociones y la creatividad) los veo cada vez más implicados y más concentrados en la sesión. Más atentos a lo que ocurre en cada uno de esos momentos. Desapareciendo las risas en los momentos de mayor concentración, y cerrando sus ojos con confianza cuando llega el momento de interiorizar. Mis niños progresan adecuadamente.
Así que aquí tenemos más y nuevas dinámicas, muy sencillas:
- Comenzamos por hacer una lista de palabras que con sólo escucharlas nos hacen sentir bien. Para luego regalar esas mismas palabras a las personas que nos encontremos durante el día.
- Intentar recordar 5 cosas que veas en el patio, el comedor, de camino al colegio, en un tramo de un viaje en coche, o en un trayecto que ya es familiar. ¿En qué te fijas?, ¿cuántas cosas que han nombrado los compañeros tú no has visto al pasar por el mismo lugar? … Pregúntales por detalles del aula, los pasillos o lugares muy familiares para que caigan en la cuenta de cuanta información no ven al mirar.
- Anímate con «El parte metereológico»: cierra los ojos, piensa en cómo te sientes. ¿Qué tiempo está haciendo por dentro?, ¿brilla el sol y te sientes relajado?, o ¿hay nubes y está a punto de caer un chaparrón?, ¿quizá una tormenta? Puede ser que en otro momento del día el estado del tiempo cambie dentro de ti, pero ahora es como es, y así está bien. Los estados de ánimo cambian como cambia el tiempo, pasan por si mismos. Puede ser un buen momento para volver a los abrazos. Un abrazo siempre nos ayuda a estar más cálidos y podemos conseguir cambiar el «parte del tiempo».
- Colócate en posición horizontal, de lado, con las rodillas al pecho, recordando la posición de cuando eras un bebé y estabas dentro de la barriguita de mamá. Allí estaba flotando, calentito, en silencio. Nada malo podía pasar estando allí con mamá. ¿Qué momentos te hacen volver a sentirte así?
- Interesante opción será un buen masaje. Los masajes se utilizan para ayudarles a prestar atención a las sensaciones táctiles. En el masaje «pizza», cada niño va poniendo en la espalda de un compañero diferentes ingredientes. Juntos elaboraremos una deliciosa receta. También se puede escribir con el dedo en la espalda del otro virtudes que tenga. Divertidísimo jugar a adivinar la palabra escrita. Y al mismo tiempo, trabajamos la autoestima.
- Prueba a permanecer durante 1 minuto mirando a los ojos a un compañero, en silencio. Mirar a una vela durante 15 segundos, o mirar un conjunto de objetos y luego recordarlos sin tenerlos delante son algunos ejemplos para potenciar la atención visual.
- Y para terminar por hoy: La dinámica «¡Agua va!». Pasarse unos a otros un vaso de agua puede parecer fácil, pero si esto se hace con los ojos cerrados la cosa se complica. Para que el vaso no se caiga, es necesario estar en silencio, muy concentrados, prestando mucha atención a los sonidos que hay alrededor para recibir pistas de cuándo vendrá el vaso.
Anímate a probarlo y, como mínimo, pasarás un rato diferente que ayudará a la cohesión grupal, a establecer vínculos más fuertes con tus alumnos, a conocer facetas diferentes de tus alumnos y a que ellos conozcan tu cara más divertida. Lo que venga después te sorprenderá.