¿Cómo revertir el agotamiento emocional?

     «Estás triste. Y sigues.

Estás harta. Y sigues.

Estás cansada. Y sigues.

Lo tuyo no es tozudez, no.

Es la increíble capacidad de sacar fuerzas de donde ya no queda nada…»
-Ariel –

     La mejor manera de superar el agotamiento emocional es empezando por descansar. El agotamiento no nos permite tomar decisiones sensatas. Nuestra razón no funciona  con coherencia cuando estamos saturados mentalmente. Nos atrapa la vorágine del ruido, las prisas y la apariencia de la urgencia. Y encadenamos entonces malas decisiones una detrás de otra.

     Para vaciar esa mochila tan pesada va a ser necesario parar y desconectar. Por lo que debes intentar tomarte un tiempo para ti, aunque sea breve, para que puedas relajarte y estar tranquilo, para distraerte y conectar con tus necesidades personales. Para esto, nada mejor que dedicar un pequeño momento al día para estar a solas, en silencio. Igualmente, es importante cuidar de un tiempo libre de calidad.

     A partir de ahí, desde la calma, revisa tu estructura vital y reorganiza esa arquitectura organizativa que te ha llevado al punto en el que te encuentras. Se honesto contigo mismo y valora tantos miedos escondidos que has aprendido a arrastrar con los años y que ha terminado por apartarte de lo que de verdad deseas.

     Una vez tengas esa estructura vital trazada de forma objetiva y realista, es necesario construir un hábito diferente para afrontar emocionalmente nuestras obligaciones diarias o cualquiera que sea la situación que estamos soportando. Crear intervalos de tiempo para descansar entre obligaciones e incorporar pasatiempos gratificantes que nos ayuden a dispersar la mente. Para conseguir otro punto de vista que nos permita partir casi de cero en nuestros nuevos hábitos, es recomendable hablar del tema con personas asertivas, empáticas y de confianza que nos entiendan. Esto nos ayudará a ser más flexibles con la situación. Sin duda, con la ayuda adecuada se puede aprender a gestionar situaciones altamente estresantes.

     Hablar, compartir, o vomitar nuestras incomodidades desahoga, vacía, hace hueco, alivia el peso, depura, descontamina y expulsa la pesada carga. Ese alivio ayuda a regenerar y recuperar fuerzas. Normalizar emociones, expresándolas en voz alta, nos estabiliza y nos ayuda a recomponernos.

     También debemos dejar atrás ciertas obsesiones de autoperfección y cumplimiento, e intentar sensibilizarnos más con nosotros mismos. Marca tus límites y responsabilidades. Pero además de marcarlos, cúmplelos. Aprende a tolerar tus propios fallos y los de los demás, así podrás disfrutar lo que los errores te ofrecen: una oportunidad para aprender. Con esa filosofía de fracasar con excelencia, cada reto que emprendas nunca será una inversión que dé solo pérdidas. Con esta actitud dejarás de alimentar tu diálogo interno negativo. Ese que tanto agota.

     Además si tienes hijos (o alumnos), es importante recordar que somos patrones de referencia, ejemplo y aprendizaje para ellos; y esto marcará en su herencia vital una forma de afrontar sus asuntos cotidianos.

     Realiza una lista de prioridades personales, para concentrarte en una cosa detrás de la otra, y no todas al mismo tiempo. Esto es un desahogo mental que nos ayuda a ser más productivos y a hacer una gestión más eficaz del tiempo real. Es necesario dejar de hacer varias cosas a la vez si se pretende combatir el agotamiento emocional. Para que esta estrategia funcione tienes que ordenar de manera realista todas las tareas pendientes en función de su prioridad y no basarte solo en lo que esperan o quieren los demás.

     Aprender a expresar tus emociones de manera terapéutica, lo que significa no solo trasmitir cómo te sientes, sino dar calidad a esa comunicación para facilitar al empatía de los demás y encontrar cierto apoyo.

      Si todo esto no fuera suficiente, es fundamental saber pedir ayuda a un profesional que haga una evaluación y te oriente sobre qué estrategias emplear en tu situación.

Dejar de de soportar nuestro dolor por un momento no nos hace más débiles. Querer afrontarlo nos vuelve más valientes. 

“ El problema está en creer ser inmune al agotamiento,

mientras el cuerpo no opina lo mismo”

Rafael Vidac.

3 comentarios sobre “¿Cómo revertir el agotamiento emocional?

  1. He tenido momentos en los que ya creí que no aguantaba más y no sé de dónde se saca la fuerza pero se aguanta. Me refiero sobre todo a situaciones límite de enfermedades o cuidado de alguien cercano… Y luego he necesitado mis momentos de total inactividad porque no era capaz de levantarme más que lo imprescidible.

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