Maldita frustración: como manejarla.

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos y medio. 830 palabras.

La lucha por un objetivo no es garantía de consecución. Las cosas que merecen la pena cuestan. A veces se consiguen, otras se logra algo que ni siquiera entraba en nuestros planes. Nos olvidamos de que el éxito puede estar en el mérito mismo de intentarlo (y lo que esto supone para nuestro autoconcepto) o en todo lo que llegas a aprender en el proceso. Todo pasa por algo, hasta el fracaso.

Aunque nos cueste entenderlo, lo que llamamos “fracasos” suelen acercarnos a un éxito desconocido, que quizá ni habíamos imaginado, pero éxito al fin y al cabo, y que nos vendrá bien en el futuro. Son esos errores convertidos en aciertos.

Seguir leyendo «Maldita frustración: como manejarla.»

¿Cómo revertir el agotamiento emocional?

     «Estás triste. Y sigues.

Estás harta. Y sigues.

Estás cansada. Y sigues.

Lo tuyo no es tozudez, no.

Es la increíble capacidad de sacar fuerzas de donde ya no queda nada…»
-Ariel –

     La mejor manera de superar el agotamiento emocional es empezando por descansar. El agotamiento no nos permite tomar decisiones sensatas. Nuestra razón no funciona  con coherencia cuando estamos saturados mentalmente. Nos atrapa la vorágine del ruido, las prisas y la apariencia de la urgencia. Y encadenamos entonces malas decisiones una detrás de otra.

     Para vaciar esa mochila tan pesada va a ser necesario parar y desconectar. Por lo que debes intentar tomarte un tiempo para ti, aunque sea breve, para que puedas relajarte y estar tranquilo, para distraerte y conectar con tus necesidades personales. Para esto, nada mejor que dedicar un pequeño momento al día para estar a solas, en silencio. Igualmente, es importante cuidar de un tiempo libre de calidad. Seguir leyendo «¿Cómo revertir el agotamiento emocional?»

Normalizar emociones

 

IMG_2662

 «No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta». -Vincent Van Gogh-

¿Cuándo fue la última vez que lloraste a moco tendido, o que sentiste un momento repentino de euforia descontrolada?

Con cada adulto, adolescente o niño ocurre siempre lo mismo. Detrás del dolor, de cada enfado, de cada incertidumbre, de cada sacudida, de cada circunstancia que nos acompaña o nos persigue, siempre hay un estado emocional convertido o no en un sentimiento. Es lo normal. Pero por alguna razón (que analizaremos en otra ocasión) nos empeñamos en negar la evidencia. Y es que no sé en qué momento nos han enseñado a negar/ocultar/disimular/posponer nuestros estados emocionales. Sin embargo, si supiéramos cuánto daño conlleva esta práctica de negar nuestro dolor, prestaríamos más atención.

Seguir leyendo «Normalizar emociones»